Llegó el día de nuestro viaje, a las ocho menos cuarto de la mañana ya estábamos todos montados en el autobús, medio dormidos porque habíamos madrugado empezamos el trayecto. El viaje no fue muy largo tardamos aproximadamente 1 hora en llegar a nuestro destino, cuando llegamos allí unos chicos nos estaban esperando para llevarnos al teatro ya que nosotros no sabíamos dónde estaba. Después de subir una gran cuesta (más grande que las de Medina) llegamos al teatro, allí esperamos un ratito a que llegaran los demás institutos y cuando estábamos todos entramos. En la entrada había unos chicos que nos daban una pegatina con nuestro nombre, luego entramos, nos sentamos y empezó la jornada dentro del teatro.
En primer lugar nos dieron la bienvenida y nos explicaron en qué consistía aquello, resulta que era la tercera vez que se realizaba eso, llamado III Encuentro. Consistía en que varios institutos de diferentes pueblos y provincias asistían para presentar sus trabajos y pasar un día muy agradable. Estuvimos viendo unos power points que habían hecho los demás centros intercalando con unas poesías muy bonitas, hubo uno en particular que me impresionó mucho e incluso me emocioné al escuchar como unos chicos hablaban del campo de concentración de Mathausen y de sus impresiones cuando viajaron allí, al oír que un señor les había contado su experiencia allí y que tuvo que asumir que habían matado a su padre, ver como él escondía la comida para dárselo a su hijo era algo realmente impresionante, luego tuvimos un tiempo libre para desayunar y justo después nos tocaba actuar a nosotros. Nos vestimos con la misma ropa que salíamos en el video y llegó nuestro momento; nos subimos al escenario y Miguel junto con Juan Carlos explicaron en qué consistía nuestro trabajo, fue una emoción escuchar cómo nos aplaudían aunque el presentador hubiese interrumpido nuestro video. Seguimos viendo un teatro que hicieron unos chicos acerca del exilio y llegó la hora de irnos a comer. Salimos del teatro, fuimos a comer y después de dar muchísimas vueltas con mis amigas buscando un lugar en el que comprarnos un refresco frío nos sentamos en una placita que había con muchos árboles y disfrutamos de nuestro tiempo libre tomando el sol.
Llegó el momento de volver al teatro, en todo el día no había hablado con nadie de otros centros y no lo hice en toda la jornada sino que tuve que discutir con unos chicos que se habían sentado detrás de mí y que no paraban de hablar. Las actuaciones de la tarde me gustaron mucho más, fueron más divertidas. Una de ellas fue un teatro basado en el libro y película de Los girasoles ciegos, y a continuación la música; 3 chicos formaban un grupo llamado 5 minutos que cantaron varias canciones con temas relacionados con la mujer, el amor… Llegó la hora de marcharnos a casa, de nuevo tuvimos que bajar esa cuesta pero esta vez muy cansados después de todo un día fuera de nuestra rutina, el camino de vuelta se me hizo más largo y agotador. Ya en casa mi madre me preguntó cómo había ido todo y pude resumirlo todo en una experiencia nueva y que me había gustado mucho.
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